La pandemia y los aumentos de casos está poniendo en Jaque a los políticos de turno, tanto en el ámbito Nacional, Provincial y Municipal.

Cuál es el Jaque:
El tener que anunciar medidas restrictivas que la sociedad ya no quiere, la puja es quien anuncia las medidas y quien paga el costo político de las mismas medidas, si las anuncia Nación el costo político cae en el Presidente, si hace los anuncios la Provincia el costo político de las restricciones caen en el Gobernador de cada provincia y algo similar sucede en los municipios en menor medida.
Allí está dada la puja política y un debate que nadie saldrá a ratificar, pero que existe, y claramente se ve en cada decisión.
En los pasillos del Gobierno Nacional se habla de que muchos gobernadores no están tomando el toro por las ASTAS, es decir que ante la libertad de avanzar en restricciones locales y mayores controles, se nota que ese paso no se da.

El Artículo 17 del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que entró en vigencia el último viernes establece que los gobernadores y el jefe de gobierno porteño “quedan facultados para adoptar disposiciones adicionales a las dispuestas en el presente decreto, focalizadas, transitorias y de alcance local, con el fin de mitigar en forma temprana los contagios por Covid-19”.
Ante la falta de acción en los gobernadores el Gobierno Nacional debe tomar medidas ante el avance de los casos y se las conoce como restricciones focalizadas, según la realidad epidemiológica de cada provincia.
Las restricciones serian algo similar a lo que implemento Europa, que fueron medidas estrictas, temporales y focalizadas geográficamente.
Luego de la implementación de este sistema se podría ir abriendo y cerrando las actividades por zonas y por resultados.
Lo que el Gobierno NO quiere es llegar a lo que se conoció el año pasado como FASE 1.

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