Desde la Justicia Federal de Mar del Plata se ordenaron y desarrollaron allanamientos en Orán-Salta- Tucumán-Jujuy- Córdoba- Mar del Plata.
La principal sospecha desde la justicia Federal de Mar del Plata es que desde la cárcel un capo narco manejaba una banda que trasportaba droga desde Orán hacia el interior del País.
Teniendo esta sospecha es que se decidió realizar más de 10 allanamientos en diferentes provincias simultáneamente, es así que muchas de las propiedades allanadas pertenecerían al tucumano Iván Cabezas que está detenido en una cárcel en Chaco.
La sospecha trajo a la Justicia Federal de Mar del Plata a Orán en donde la policía federal realizo operativos en varios sectores de la ciudad y en viviendas que podrían tener alguna vinculación con la banda.
Se cree que desde la cárcel se manejaba el ingreso de droga desde Bermejo hacia Orán, en donde estaría activa la base operativa para traer la droga y luego enviarla hacia el interior del país.
Los allanamientos en el norte arrojaron como resultado documentación importante a la causa, vehículos de alta gama que tenían pedido de secuestro, alrededor de 10 kilos de cocaína.
Pero los operativos prosiguieron con más allanamientos en Tucumán en las carnicerías LA CARLOTA, que se creen serian propiedad de Cabezas.
Uno de los motivos de los allanamientos de las carnicerías en Tucumán estarían relacionadas a la investigación por el lavado de activos.
Los propietarios de la carlota dialogaron con la Gaceta y sostuvieron lo siguiente:
“Estamos al frente de una empresa familiar que durante más de 20 años trabajó sol a sol para ganar un espacio fuerte en el mercado. Y quedamos envueltos en una investigación porque una persona nos robó el nombre comercial”, explicó Francisco Ale, uno de los propietarios de “La Carlota”.
El empresario destacó además que ellos descubrieron el robo del nombre hace unos dos años. “Pensamos en demandarlos, pero por recomendación de nuestros asesores letrados desistimos de hacerlo. Establecimos que eran insolventes y que era gente pesada. No quisimos tener problemas con nadie”, agregó Ale.
“Esto se podría haber evitado con un simple chequeo de información en los registros pertinentes. Las personas y los bienes que buscaban no son de la firma. Pero no era necesario hacer allanamientos para demostrar eso. Se les entregó toda la documentación que nos exigieron para demostrar que no tenemos nada que ver”, explicó Guillermo Juan Jaureguiberri.
