Muy probablemente, una de las últimas designaciones del presidente norteamericano Donald Trump
se convierta en un bocado en el café o la sobremesa de los argentinos. Decidido a ir a fondo con la política de "puertas cerradas" al tránsito de personas y productos extranjeros, el mandatario designó para esa tarea a una funcionaria que tiene un apellido que suena familiar en este lado del planeta.
Julie Kirchner es directora de una ONG anti inmigración (Federación para la Reforma de la Inmigración de Estados Unidos) y asesoró a Trump en ese tema durante su campaña electoral de 2015. Fue designada a manejar la Oficina de Aduanas y Control de Fronteras, que está bajo la órbita del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
La mujer estará encargada de cumplir una de las promesas de campaña de Trump, que es expulsar con la fuerza pública a los extranjeros latinoamericanos ilegales y de los países periféricos.
fuente infobae