Se respiran aires de incertidumbre en la Casa de la Cultura, gente con una cara de asombro y desconcierto total de cómo solucionar el conflicto de los bagayeros,

entre mates y lapiceras que escriben sin parar las historias contadas por los municipales que están en dicha mesa los funcionarios de NACION LLENAN HOJAS DE CUADERNOS IMPROVISADOS.

 

Lo cierto es un Concejal que entiende sobre la Playa de Camiones les da la cantidad de bagayeros que hay en Orán, la cantidad de taxis, le habla de los Tucumanos y su gente en un rincón de una barra olvidada de mesa de entrada de Casa Municipal de la Cultura, del otro lado un representante de Nación escribe y habla de 600 bagayeros y se asusta cuando se habla de más de 5000, pero alguien arroja un numero de hasta 10.000 mil y así pasan las horas y el reloj corre apurando a la supuesta solución que debe llegar cerca del mediodía, quizás esperando el sonido salvador del ring del teléfono, con directivas de posible propuesta para los bagayeros.

Pero en la mesa de los funcionarios municipales y funcionarios Nacionales hay mucha charla distendida como si tuvieran el tiempo del mundo para solucionar los en sus manos no está.

 

Del otro lado del cuadro los bagayeros con 5 días de protesta, con el cansancio de estar en las rutas sin llevar dinero a sus casas, expuestos al margen de una ruta, a la intemperie de un clima lejos de ser el clásico cálido clima de Orán.

Lo cierto es que se siente el abandono de la Nación sobre este conflicto en los funcionarios oficialistas de mayor jerarquía y los vecinos que están esperando la llegada de algún funcionario salvador de Nación, para destrabar el conflicto, pero esa ilusión se desvanece mientras las horas corren.

 

Y el reloj marca las 12 del mediodía en Orán y la desesperación se trasluce en la mirada de los que están pero no están para solucionar algo que es más grande que lo que sus cargos pueden soportar.