La Ley 26.093, que favorece la producción de biocombustibles aprobada por primera vez en 2006, durante el gobierno de Nestor Kirchner, vence en mayo de este año, por lo que desde 2020, gobernadores y legisladores de las provincias productoras, como Salta, insisten en que se debe prorrogar por lo menos hasta 2024.
De hecho, su extensión cuenta con media sanción del Senado nacional desde el 30 de octubre último y a esta altura ya hay ansiedad entre los productores de un sector que recibió el impacto de la crisis: de las 54 plantas que se crearon a partir de la ley, actualmente hay 35 (28 de biodiesel y 7 de bioetanol) que se encuentran paralizadas con su personal suspendido.