La ley de alquileres que hace poco más de una semana obtuvo media sanción en la Cámara de Senadores
genera polémica en el mercado inmobiliario, desde donde vislumbran que de aprobarse aumentaría considerablemente el precio de los alquileres. "Las primeras reacciones que ya vemos es una retracción por parte de los propietarios, quienes esperan que haya un escenario más claro, por lo que se achica la oferta", explicaron desde el sector.
El proyecto aprobado por el Senado extiende obligatoriamente a tres años la duración de los contratos. Los ajustes anuales del alquiler se ligan a un índice compuesto por la combinación por la variación inflacionaria y de los salarios. Si este índice creciera en menos del 10% al año, no habría, según la iniciativa, modificación del precio del alquiler. Además, se dispone que el inquilino pueda rescindir el contrato en cualquier momento con una multa de un mes y medio de alquiler si lo hace durante el primer año y de sólo un mes en el segundo o el tercer año. En caso de que 60 días antes de la finalización del contrato el propietario informe su decisión de no renovarlo, la rescisión por el inquilino no tendrá multa.
"Siempre que hay una reforma en una ley nosotros lo apoyamos porque creemos que es importante aggiornarse y es necesario sincerar el mercado, pero creemos que somos un jugador determinante por lo que pedimos sentarnos en la mesa de diálogo", explicó al diario Ámbito Financiero Alejandro Bennazar, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina. "Estamos de acuerdo con que los aumentos sean controlados, pero no nos parece justo el índice que se está tomando", agregó Bennazar.
Todos los agentes inmobiliarios sostuvieron que de aprobarse la ley los principales perjudicados serán los inquilinos, ya que se achicará la oferta y por ende aumentarán los precios. "Parece ser que tantos años de regulaciones no nos han enseñado nada: los precios máximos pretenden proteger al consumidor y lo terminan perjudicando seriamente porque dinamita la oferta y el poco producto que queda se vuelve inaccesible" , sostuvo Mariano Oppel, presidente de Oppel Propiedades. "Se genera un circuito informal que ya lo vimos varias veces en nuestra historia y quedó demostrado que no sirve".
Lo cierto es que en el mercado ya se observa un ambiente de desconcierto. Los propietarios no quieren alquilar ante un panorama incierto y los pocos que quieren hacerlo son muy exigentes "aumentan los precios por si el índice le da bajo", explicó Oppel. "Los inversores van a pensar dos veces en hacer inversiones en el país ya que la regulación afectará las rentas y podría generar temor en los propietarios", concluyó Diego Migliorisi gerente de Migliorisi Propiedades.