Inversión en infraestructura en los pasos de frontera para reforzar los controles;
renovación informática y mejora del sistema de conectividad para detectar antecedentes penales y pedidos de captura de los ingresantes; cuestionarios más estrictos; implementación de la tarjeta de tránsito vecinal fronterizo; aceleración de las expulsión de los inmigrantes irregulares y habilitación de lugares de retención hasta la deportación.
El Gobierno prepara un decreto para avanzar con ese paquete de medidas y endurecer la política migratoria, según una nota del diario Clarín. Algunas ya están en marcha y el decreto apuntará a modificar la reglamentación de la ley de Migraciones para fortalecer las herramientas y mostrar "mayor eficacia" en esa dirección, lo que generará controversias, aunque en la Casa Rosada aseguran que será apoyado por una porción mayoritaria de la población.
Con aval de Mauricio Macri, trabajan en la iniciativa principalmente los ministerios de Seguridad e Interior, del que dependen Migraciones y el Registro Nacional de las Personas. "Lo que el Presidente quiere es ir hacia un camino en el que pueda entrar y quedarse la gente de buena voluntad y no los delincuentes", coincidieron funcionarios de las dos carteras . En Balcarce 50 desestiman que lo impulsen a partir de las declaraciones de Miguel Pichetto, que aseguró que Argentina "siempre funcionó como ajuste social de Bolivia y delictivo de Perú" por la falta de control inmigratorio: argumentan que comenzaron a prepararlo antes. Menos por la victoria de Donald Trump: los funcionarios buscan evitar que el Gobierno y estas medidas sean consideradas xenófobas. Admiten, eso sí, que con sus dichos el senador peronista dio un empujón: "Abrió una puerta que pocos se animaban a tocar. Y no es políticamente correcto, pero por abajo genera más apoyo que rechazo".